sábado, 31 de diciembre de 2005

Últimas Noticias

Rush: Reedición Y Próximo Álbum De Estudio

El 7 de febrero es la fecha escogida para la reedición en formato dvd, y con sonido 5.1, del descatalogado 'Exit... Stage Left', una grabación en directo registrada en Montreal el 27 de marzo de 1981, y que ese mismo año se publicó en VHS y Laserdick. El lanzamiento, de momento, sólo tiene fecha confirmada en Estados Unidos, pero supongo que pronto será editado en Europa. Los 60 minutos de la filmación se reparten en el siguiente repertorio: Limelight / Tom Sawyer / The Trees / Instrumental / Xanadu / Red Barchetta / Free Will / Closer To The Heart / YYZ / By-Tor Snow Dog + In The End + In The Mood + 2112 Finale.

De forma paralela, Geddy Lee, el frontman de la banda, ha anunciado que, si se sigue el plan previsto, habrá nuevo álbum de estudio de Rush el próximo verano. De momento, tanto Lee como Lifeson y Peart, ya tienen listos sus estudios de grabación caseros para empezar a componer de forma individual el material que a partir de enero se trabajará de forma conjunta. Se espera que el proceso sea rápido, pero nada es seguro; 'Vapor Trails' necesitó de 14 meses, mientras que 'Feedback' tan sólo de 3 semanas.


Mötley Crüe: Más Conciertos Y Nuevo Disco

Hoy sábado, víspera de Año Nuevo, Mötley Crüe iniciarán en Auburn Hills, Michigan, el 'Carnival Of Sins 2006 Tour', la continuación de su gira de reunión. Según datos facilitados por su management, casi un millón de personas han sido testigos del espectacular retorno de la banda, engrosando 33 millones de dólares con tan sólo 81 conciertos a sus espaldas. Un auténtico éxito del que no piensan apearse, dado que esta segunda manga de la gira promete ser aún más espectacular; 'más pirotecnia y más locura', así lo ha confirmado el bajista Nikki Sixx. Ya son 30 las fechas que tienen cerradas hasta abril, momento en el que abandonarán la carretera para encerrarse en el estudio el 1 de mayo. Cómo no, volverán a contar con la producción de Bob Rock.



Brides Of Destruction: Futuro Incierto

Quien no está teniendo tanta suerte es, hasta hace unos meses, su compañero en Brides of Destruction, Tracii Guns. El guitarrista, que acaba de volver de una gira por Europa con sus Brides, hace unos días hizo unas declaraciones que todo apuntan al fin del proyecto; o al menos a una situación muy poco clara. Por un lado, para este 2006 que nos viene de frente ya ha anunciado que grabará el nuevo disco que Quiet Riot están preparando en estos momentos, y se ha comprometido a apoyar el lanzamiento con una gira mundial. Por otro parte, Tracii ha reconocido que la marcha de Sixx ha doblado los esfuerzos para tirar adelante el proyecto -ni falta que lo diga, porque su segundo disco, 'Runaway Brides' es bastante flojito-, y que se sentiría mejor si el bajista de los Crüe regresase a la formación. Estando así las cosas, el futuro de Brides Of Destruction depende de cómo le vayan las cosas a Mötley Crüe en los próximos años.


Lordi: Special Guests

Los finlandeses han confirmado que para su próximo álbum, 'The Arockalypse', contarán con la presencia de un par de miembros de Twisted Sister; concretamente con Dee Snider y Jay Jay French. Al parecer, el vocalista ya tiene grabadas sus partes vocales de 'SCG3 Special Report', una intro mucho más teatral que las de sus dos discos anteriores. Por su parte, French toca su instrumento, acompañando a Amen, el guitarrista de la banda, en el tema 'Chainsaw Buffét'.Pero no son los únicos invitados. De momento Udo Dirkschneider ha colaborado en el tema 'They Only Come Out At The Night', mientras el ex-Kiss Bruce Kulick ha aportado un solo de guitarra en 'Snowing In Hell'. En los próximos días se anunciará el nombre de más estrellas invitadas. 'The Arockalypse', su tercer disco, es una obra conceptual que gira alrededor de una familia caníbal inspirada en 'La Matanza de Texas'. La fecha de lanzamiento: 3 de marzo.


Lääz Rockit: De Vuelta

Tal como hicieran Exodus, Heathen o Death Angel hace un par de temporadas, otra banda de la San Francisco Bay Area se reunifica para satisfacción de fans del thrash metal de la vieja guardia. En mayo pasado la alineación original de Lääz Rockit ofreció un par de conciertos junto a Testament en Holanda, a los que siguió en julio una aparición especial en el concierto benéfico celebrado en San Frisco 'Thrash Against Cancer'. Tras 14 años de silencio, el regreso parece que va en serio. El primer paso: la edición de un dvd que recoge momentos de esos shows y de su posterior tour japonés junto a Testament. De momento han reactivado su website (http://www.laazrockit.com/), desde donde puedes descargarte, de forma completamente gratuita, toda su discografía.


Mastodon: Barajando Títulos

Aunque todavía es pronto para anunciarlo como definitivo, la continuación de 'Leviathan' es muy posible que lleve por título 'Blood Mountain'. El disco, que se espera que salga a la venta el próximo verano a través de Warner Bros., será, en palabras de su batería Brann Dailor, un paso adelante en su sonido, ahondando aún más si cabe en las influencias progresivas y thrashers. Por lo visto, el hecho de haber estado escuchando los últimos trabajos de King Crimson, y el haber girado durante 3 meses con Slayer, tienen parte de culpa.Los ensayos comenzaron a mediados de octubre, y aunque es arriesgado presagiar por donde irán exactamente los tiros, tienen intención de que los 10 temas que han reunido hasta el momento configuren una especie de sinfonía, representando cada corte un movimiento.


Beatallica: Material En Vivo

Viejos conocidos gracias a sus apariciones en This is Rock y Popular 1, la única banda capaz de aunar con total desparpajo a The Beatles con Metallica -o viceversa-, ha colgado tres nuevos temas en directo en su website (http://www.beatallica.org/music.html). Registrados el pasado 4 de diciembre en Cambridge, Massachusetts, 'Sandman', 'The Thing That Should Not Let It Be' y 'And I'm Evil', aunque viejas conocidas, pasan a engrosar el material en vivo que Beatallica ha estado regalando hasta el momento.

No hay que olvidar que a principios de 2005, Beatallica recibió la ayuda del mismísimo Lars Ulrich ante los problemas legales que Sony Corporation les había estado causando por presunto 'uso ilegal' de unas composiciones que no les son propias. El caso parece resuelto, y hasta que la Industria no vuelva a intentar sacar tajada, Beatallica podrán seguir a lo suyo.


Queensrÿche: Revolution Strikes Back

Ya queda menos para que descubramos quien asesinó a la Hermana Mary en la primera parte de la saga 'Operation:Mindcrime'. 17 años después, el 13 de marzo para ser exactos, la secuela del disco que convirtió a los de Seattle, por tiempo muy limitado, en una banda de culto, verá la luz. Este mismo mes se hizo pública la portada de 'O:M II'; la última noticia tiene como protagonista a la Voz del Metal (ni Halford ni leches), Ronnie James Dio, quien, para la ocasión, interpreta al malvado Doctor X.

Y para quien se vea capaz de dilucidar la trama de esta nueva obra conceptual a partir de los títulos de las canciones, aquí tenéis el tracklist:
I'm American / One Foot In Hell / Hostage / The Hands / Speed Of Light / Signs Say Go (Will I Surrender?) / Re-Arrange You / The Chase / A Murderer / Circles / If I Could Change It All / An Intentional Confrontation / A Junkie's Blues (Everything Will Be Alright) / Fear City Slide / All The Promises.

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Anthrax: Componiendo Y Girando

A principios de diciembre, Charlie Benante, su sobrino Frank Bello, y Scott Ian se reunieron en Chicago para ensayar sus nuevas composiciones. De acuerdo con Ian, de esas sesiones han obtenido el esqueleto de 3 canciones, las cuales irán tomando forma durante el primer trismestre de 2006 junto al resto de la banda.Aún no hay fecha prevista para la edición del disco, el primero con Joe Belladonna y Dan Spitz tras mucho, mucho tiempo; pero lo que sí está atado es el tour como cabezas de cartel que ya tienen planificado. Comenzará en Baltimore el próximo Día de Reyes, se prolongará durante 13 fechas, y les acompañarán las bandas God Forbid, Sworn Enemy y Manntis. Para los que estamos aquí, a este lado del Atlántico, otra noticia: tienen previsto iniciar un tour por Europa el próximo abril acompañados de otro puñado de jóvenes formaciones. Veremos.
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miércoles, 28 de diciembre de 2005

Los Últimos Del 2005

Creo no haber hecho ningún juramento acerca de la periodicidad con la que actualizaría este blog, y si lo hice -Dios me libre- me acabo de condenar al infierno. Si es que hace más de una semana que no me paso por aquí... Imperdonable. Pero bueno, todos aquellos privilegiados para quienes estas fiestas navideñas son sinónimo de vacaciones ya sabéis que, aparte de comer y beber como cosacos, el descansar es una actividad primordial, casi una ley escrita. Y yo la estoy llevando a rajatabla. Lo peor es que ni siquiera estoy aprovechando el tiempo libre. Los cómics se me amontonan, los cd's se desbordan de los estantes, las películas cogen polvo en lo más profundo del armario,... La ristra de material pendiente de ser devorado triplica en número -no exagero- las listas de espera de la Seguridad Social. Y de aquí a unos días llegarán las compras y los regalos, cuando no las benditas rebajas, dando lugar a la acumulación de más y más discos, libros y películas. A título personal sólo hay un objeto que anhelo: cierto dvd de una de las giras que nos ha alegrado este agónico 2005 y que ha supuesto el regreso de una de las formaciones básicas del hard-rock americano. No daré más pistas. De aquí a un par de semanas como máximo colgaré mi opinión del artefacto. Antes, es posible que confeccione mi lista de 'lo mejor del año', un repaso a lo que servidor se ha llevado al tímpano en los 12 últimos meses, con total falta de objetividad y sin ningún afán completista, por supuesto; porque, a ver, ¿quien ha escuchado todos los lanzamientos editados este año? ¡A saber la de perlas que nos hemos perdido! A la memoria me viene lo último de Biohazard, UFO, The Mob, King's X, Nuclear Assault, Korn, Soul Doctor, Disturbed, Dream Theater, Hermano, Exodus, The Steepwater Band, The Glitterati, Gotthard, Crashdiet,.. discos, todos ellos, a la espera en la recámara. A todos ellos les llegará su hora. De momento, repasaré lo que más me ha gustado en las últimas semanas. Éste es mi Top 6.

6. The DT's - 'Nice ‘N’ Ruff. Hard Soul Hits! Vol. 1'

Se dice que el primer disco -'Hard Fixed'- de esta banda de Washington sonaba más de la cuenta a The Bellrays. Yo todavía no lo he escuchado, así que no puedo opinar; pero de su segunda obra, un álbum de versiones que repasa algún que otro clásico (el 'Move Over' de Janis Joplin) y muchos temas oscuros ('What's Next To The Moon' de AC/DC es un tema brillante, pero pocos fans de los australianos lo tendrá en su lista de favoritos), puedo decir que su propuesta me recuerda a la de Detroit Cobras. Mucho más cañera, eso sí. Mientras los Cobras basan su repertorio en amables piezas de soul, la banda de la poderosa vocalista Diana Young-Blanchard no deja de lado ni el hard-rock ni el rythm&blues más sucio. Admito que de los 10 temas grabados sólo conocía de antemano un par, pero a la vista del poder aquí desatado habrá que buscarse la vida para hacerse con las interpretaciones originales de los artistas homenajeados, gente como Roky Erikson, Booker T o Artistics. No hay nada como atesorar ignorancia musical para descubrir una maravilla tras otra todos los días del año. Además, la coletilla 'Vol. 1' da pie a esperar una nueva entrega en el futuro, lo que no puede hacerme más feliz.

5. Roxie 77 - 'Peace, Love & Armageddon'

Ha aportado su buen hacer en uno de los discos de este 2005 (el poderoso 'Dirty Diamonds' de Alice Cooper), su modelo estético es Andy McCoy, ha militado en multitud de bandas en los últimos 20 años, grabó el espléndido 'Ain't Life Grant' de Slash's Snakepit, su banda favorita es The Beatles,... Con todas estas credenciales cualquier trabajo en el que se involucre Ryan Roxie lleva grabado el sello de calidad y garantía. Y el debut de su proyecto en solitario Roxie 77, 'Peace, Love & Armageddon', no es ninguna excepción. Pero debo matizar un aspecto; quien espere una bomba de relojería a base de pesadísimos riffs no verá sus expectativas cubiertas. Sin haberlo escuchado, pero basándome en lo que se ha dicho por ahí, el disco del señor Roxie está más próximo al de Sextus (firmado por su ex-compañero en 'The Eyes Of Alice Cooper' Eric Dover) que a lo que nos tiene acostumbrados junto a The Coop. Lo que aquí encontramos es hard-rock de la escuela Cheap Trick, con cuidadísimas melodías pop, una serie de estribillos arrebatadores -¿algo que objetar al de 'My Girlfriend'?-, y un pedazo de pieza, 'Beat'em', con un marcadísimo ritmo funky, apoyo vocal femenino, y una frescura que tira de espaldas. Yo no lo perdería de vista.

4. The Darkness - 'One Way Ticket To Hell... And Back'

¿El disco más controvertido del año? No te quepa duda. En cuestión de un par de meses se ha hablado muchísimo del segundo disco de los británicos, de su ampliación de registros, de los dichosos falsetes de Justin Hawkins, del cambio de bajista, ... blablabla. Pasaré por alto cualquier punto del debate, pero debo admitir que la primera impresión me dejó bastante frío. '¿Dónde demonios están aquí las guitarras de 'Permission To Land'?'. Y bien, no es que no haya temas guitarreros a la vieja usanza -aunque son escasos-, pero, en conjunto, el disco no es representativo al 100% de lo que se supone debe ser una pieza completa de hard-rock clásico. Sin entrar en el odioso juego de las comparaciones, lo suyo está cercano al concepto con el que trabajaban Queen en los 70: épica, grandilocuencia, coros superlativos, arreglos de otro mundo,... No voy a hablar de unos nuevos 'A Night At The Opera' o 'A Day At The Races', pero hoy en día es lo más próximo que se puede encontrar. El disco gana en escuchas, y aunque no comparto la opinión del magazine Classic Rock ('el disco del año'), los 10 temas aquí reunidos rayan a mucha altura.


3. Mother Superior - 'Moanin''

''Moanin'' es su mejor trabajo hasta el momento y me siento orgulloso de ellos'. Son palabras de Henry Rollins, el hombre que ha gozado del privilegio de tener a Mother Superior como banda de acompañamiento en los últimos años, y nadie mejor que él para elogiar los contínuos pasos de gigante a los que nos tiene acostumbrado el power trío más contundente del panorama rockero actual. Si 'Sin' y '13 Violets' eran obras de lo más diverso entre sí, su nuevo trabajo no se queda atrás, volviendo a ofrecer una nueva vuelta de tuerca a su personalísimo sonido. Lo primero que llama la atención es la fuerza de la que hacen gala todos los temas del disco. Aquí no hay rastro de la delicadeza de la sobrecogedora 'Four Walls' de su anterior obra -excepto en momentos muy, muy puntuales-, al contrario, lo que prima en este 'Moanin'' es la potencia, eso sí, siempre controlada, como en los mejores neumáticos. Sólo hay que fijarse en la entrada de batería que abre el tema 'So Over You', muy parecida a la de 'Painkiller' de Judas Priest, para darse cuenta. Es más, el sonido de guitarra que han conseguido es realmente electrizante, casi se puede sentir el chisporroteo de los electrones a través de los amplis. Crudo, visceral, elegante, melódico, directo como una coz en las partes pudendas, así es 'Moanin'', un disco que, tras su escucha, te hace sentir enriquecido, instruido. Una lección magistral por parte de unos maestros que están escribiendo una nueva página de la Historia a cada movimiento que realizan. Compra obligada.

2. Buckcherry - 'Fifteen'

La banda de Joshua Todd está de vuelta (bueno, la de Todd y la de Keith Nelson, el líder en la sombra que corta el bacalao) y, aunque 'Fifteen' todavía no está circulando por Europa ni USA, a mi parecer lo han hecho por la puerta grande, destilando rock'n'roll por todos los poros. Y es que, ¿qué se puede esperar sino de una banda cuyo nombre es un anagrama de Chuck Berry, pilar fundamental de toda esta Historia? Sí, es cierto que el disco en solitario del cantante megatatuado no estaba a la altura de su pasado, pero tanto el debut de Buckcherry como su continuación, el vapuleado 'Time Bomb', son pequeños clásicos dentro de la escena hard-rockera de los últimos años, y para su regreso no tenían más opción que recuperar su sonido característico. ¡Y vaya si lo han conseguido! Con una excelente producción y un sonido portentoso, el disco se abre con dos himnos que llevan por título 'So Far' y 'Next 2 You', a los que siguen medios tiempos, baladas y toneladas y toneladas de riffs afilados como puñales. Aunque a mi gusto el gran protagonista sigue siendo la voz de Todd, quien ruge, aúlla y se enternece con total naturalidad; una bestia rockera que ya tenemos ganas que pise los escenarios de nuestro país. Pero ahí no acaba todo, si en su ópera prima llamaban la atención con su alusión a la cocaína en 'Lit Up', en esta ocasión la incorrección política viene dada por el estribillo del que será su primer single, 'Crazy Bitch'. No se puede ser más elocuente ni sincero: 'You crazy but I like the way you fuck me'.

1. System Of A Down - 'Hypnotize'

Esto son palabras mayores, señores. No he querido sacar el tema antes porque ya les dediqué un post hace un par de meses, pero 'Hypnotize' me parece, junto a 'Mezmerize' -la primera parte del díptico-, una obra de proporciones colosales. Soy consciente que peco de la falta de objetividad de cualquier fan de pro, pero no puedo evitar rendirme ante uno de los trabajos más esperados de los últimos años. 'Hypnotize' lleva en mi poder una semana antes incluso de que se pusiese a la venta, y desde entonces no ha pasado un día en que me deleite con su escucha. No voy a negar que el elemento sorpresa ha perdido varios enteros respecto a su anterior entrega, pero cuando nada más pulsar el 'play' se te viene encima ese tsunami titulado 'Attack' no queda otra opción, hay que dejarse arrastrar. Todo está a un nivel estratosférico: la presentación, la composición, la ejecución, las interpretaciones vocales de Serj y Daron, los millones de pequeños detalles,... Podría aburriros hablando largo y tendido de cada uno de los 12 temas del disco, pero no perderé el tiempo pudiendo estar escuchándolos. Así que si estáis dispuestos a recibir una recomendación, es ésta: hazte con él. Y si no confías en mis palabras, sirva un tema para convencerte, 'Lonely Day', dos escasos estremecedores minutos que te derrumbarán a la primera de cambio.
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lunes, 19 de diciembre de 2005

Fireball Ministry

Pink, Tu Rock No Rockea Una Mierda

Acercarse a un disco con ideas preconcebidas suele saldarse con alguna que otra sorpresa. 'Que si yo pensaba que eran más cañeros', 'a mí es que esta voz a lo Max Cavalera como que no me va', 'que si los solos de guitarra son flojísimos',... Apuesto a que todo el mundo puede contar por decenas sus fallidas primeras tomas de contacto con un disco, ¿verdad? Primeras tomas de contacto que no tienen porque ser determinantes, ojo. Recuerdo la impresión que me causaron, por ejemplo, 'Empire' de Queensrÿche o 'Gutter Ballet' de Savatage, dos obras que en un principio me parecieron estar a años luz de mis gustos pero que a base de escuchas lograron, no sólo convencerme, sino obsesionarme durante años; ayudándome, de paso, a derribar unos cuantos muros de prejuicios.

Este no es el caso de 'Their Rock Is Not Our Rock', que, sin ser un disco discreto, dudo que alcance el estatus de los arriba mencionados. La sorpresa, en esta ocasión, ha venido merced a las dichosas etiquetas, colgadas muchas veces de forma arbitraria cuando los referentes quedan un poco diluidos en el conjunto. Es lo que sucede con Fireball Ministry, tildados de stoners por unos, de biker metaleros por otros, pero que en realidad guardan más parecido con las bandas clásicas que con los sonidos arenosos de Kyuss y allegados. Dicho esto, y despejado el factor sorpresa, añadir que lo suyo es heavy rock del de toda la vida, con apuntes a The Obsessed, St. Vitus y Motörhead, y una voz, la del 'Reverendo' James Rota II, quien rinde tributo en todos los cortes a Gene Simmons y a Ozzy Osbourne.

Fireball Ministry, o tal como se autoproclaman ellos mismos, 'los fundadores de la Primera Iglesia del Rock'n'Roll', han vuelto a contar con la producción de Nick Raskulinecz (quien cuenta en su haber con trabajos para Foo Fighters y Velvet Revolver entre otros) para facturar un disco atemporal, 'ideal para los Auténticos Creyentes del Rock' (siguen siendo palabras suyas, que conste). Tras escuchar repetidamente los 10 temas de este 'Their Rock Is Not Our Rock' (cojonudo título, sin duda, a la altura de la portada) sólo me resta alabar la enorme labor llevada a cabo en el terreno de las melodías, muy oscuras todas ellas, por cierto, y que consiguen dotar de entidad propia cada una de las composiciones. La única pega es que casi todas comparten un tempo muy similar, lo que provoca cierta sensación de linealidad a lo largo de la escucha. Pero ello no es óbice para mover el pie al son de 'It Flies Again' (gran riff a lo Monster Magnet), el single 'Sundown' (un cruce entre Mötley Crüe y Black Sabbath), las excelentes melodías de 'Hellspeak', la memorable 'Spill The Demons', y la más bruta del repertorio, 'Save The Saved'. En definitiva, un disco que gustará más a los fans del 'No More Tears' de Ozzy que a los del 'Sky Valley' de Kyuss.

Como dato anecdótico comentar que el cuarteto afincado en Los Angeles tuvo en sus filas a Janis Tanaka, la japonesita que militó durante una temporada en L7 y de quien guardo un par de entrañables fotografías a su paso por Barcelona. Tanaka ya no está en la banda (abandonó el Rock'n'Roll para enrolarse en el circo de Pink), por lo que un tal Johny Chow, ex-Systematic, ocupa ahora su lugar, lo cual rompe el equilibrio sexual que existía en el seno de la banda (su segundo guitarrista es una mujer, Emily J. Burton); es decir, eran como Abba pero en rockero.


TRACKLIST:

It Flies Again / Sundown / The Broken / In The End / Hellspeak / Two Years / Under The Thunder / Spill The Demons / Rising From The Deep / Save The Saved


LINE UP:

James A. Rota II: Voz y Guitarra / Emily J. Burton: Guitarra / John Oreshnick: Batería / Johny Chow: Bajo


LINK DE INTERÉS:

www.fireballministry.com
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viernes, 16 de diciembre de 2005

Queen

Una Noche De Opereta

Cómo pasa el tiempo. Mañana hará dos semanas que mis amigos Marta y Xavi me regalaron, con motivo de mi Santo, un ejemplar de la lujosa reedición de 'A Night At The Opera' de Queen, y, a pesar de que lo devoré con fruición en los días siguientes, me he reservado haste este momento para dedicarle mis elogios. Que son muchos, por otra parte.

Pero antes permitidme divagar un poco. Siempre que en una conversación sale a colación la cuestión '¿cual es tu disco favorito de Queen?' -situación muy puntual, claro está; no vayáis a pensar que mi vida gira en torno a los británicos-, me encuentro en un serio aprieto, porque son tantos y tan buenos... Por cuestiones emocionales suelo responder que 'Jazz'; más que nada porque éste fue el primer disco de la banda que escuché de principio a fin, aunque, sentimentalismos a un lado, hay que reconocer que sigue siendo un pedazo de disco se mire por donde se mire. Sólo hay que acercar la oreja a temas del calibre de 'Bicycle Race', 'Don't Stop Me Now', 'Fat Bottomed Girls' o el injustamente olvidado 'Mustapha' para darse cuenta de ello. Otro de los grandes es 'A Day At The Races', continuación inmediata de 'A.N.A.T.O.', con el que comparte puntos en común tan evidentes como el diseño de la portada o la alusión al universo cinematográfico de los Hermanos Marx, y con el que, a nivel de composición, guarda más similitudes que diferencias respecto a cualquier otro disco de la formación. Grandilocuencia elevada a la máxima potencia, saltos temporales a los alegres años 20, hard-rock épico, poderosas baladas... todos los ingredientes de su anterior disco están de nuevo aquí presentes para formar un díptico indisoluble e incontestable. Un poco alejados de este Top 3 tan personal situaría 'The Game', 'Sheer Heart Attack' y 'A Kind Of Magic', excelentes obras que, sin embargo, siempre estarán a la sombra de su trilogía clave; porque, sí, cada uno de ellos contiene, como mínimo, un par de clásicos de su discografía, pero a nivel de conjunto no se aproximan a la magnitud de lo que para mí es su trilogía definitiva. Queen siempre facturaron buenos singles, pero fue con 'A Night At The Opera', 'A Day At The Races' y 'Jazz' con los que alcanzaron su punto álgido en la composición de himnos inmortales. Aunque no es menos cierto que en todos sus lanzamientos siempre supieron extraer algún que otro diamante en bruto. A la cabeza me vienen recuerdos de infancia, con el Citröen 2CV de mi padre como escenario principal, donde, al ritmo funky de 'Another One Bites The Dust', entré en contacto con la música de Mercury, May y compañía por primera vez en mi vida. Qué grandes. Y qué cantidad de matices acompañan estos pensamientos...

Dicho esto, regreso al objeto de este post. Si ya de por sí 'A Night At The Opera' me parece una auténtica obra maestra, mi valoración gana un par de enteros con esta edición, que además de contar con una nueva mezcla en sonido envolvente 5.1, tiene como principal reclamo un dvd con clips para todos y cada uno de los 12 temas. Pero lo primero que salta a la vista es el envoltorio: un estuche en formato digipack con el célebre logotipo impreso en relieve y una funda protectora transparente que le da un toque de lo más vistoso. ¡Si es que el blanco resulta tan brillante que hace daño a la vista! Una vez desplegado, una de las cuatro secciones contiene un libreto diseñado para la ocasión; nada menos que 20 páginas con las letras de las canciones y un puñado de fotos inéditas. Pero lo mejor viene cuando introduces el disco B en el lector del reproductor dvd. Un elegante menú da paso a la selección de opciones, que hacen posible disfrutar del visionado escuchando el disco de forma íntegra y leyendo los textos como si de un karaoke se tratase, o leer los jugosos comentarios de Brian, Roger, Freddy y John relatando las vicisitudes que rodearon la grabación de su cuarta obra. Y para los que dominan la lengua de Shakespeare a la perfección también existe la opción de escuchar sus voces originales, más de 40 minutos de cháchara en la que se repasan anécdotas y curiosidades varias. En el apartado visual, a los clips originales de 'Bohemian Rhapsody' y 'You're My Best Friend' hay que sumar los realizados de forma expresa para el resto de temas, confeccionados a base de fragmentos de video en directo e imágenes fijas de carácter promocional. Tal como el propio Brian May asegura, 'simplemente es la edición mejor producida... y dudo que pueda mejorarse'.

Y para redondear el conjunto, la revista This Is Rock, en la que ya es su 18ª entrega, ofrece un amplio dossier centrado en esta edición que conmemora el 30º aniversario de 'A Night At The Opera', poniendo especial énfasis en el tema estrella del disco, 'Bohemian Rhapsody'. En las 12 planchas que le han dedicado hay espacio, junto a unas cuantas fotografías a página completa, para varios artículos que repasan su repercusión inicial, su posterior influencia, su correspondiente gira, detalles de la grabación, curiosidades, anécdotas, y muchos datos de interés que me eran completamente desconocidos. Lástima que entre todo este caudal de información se haya colado un artículo, polémico donde los haya, en el que, como si de la revista de música clásica Amadeus se tratara, se realiza un análisis pormenorizado de la estructura musical del clásico por excelencia 'Bo Rhap'. Una auténtica paliza de texto que, por increible que parezca, recibe aplausos en el foro de la cabecera (www.thisisrock.net/foro/viewtopic.php?t=203&start=15). Si es que hay gente para todo.
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jueves, 15 de diciembre de 2005

Forty Deuce

Hard Rock De Etiqueta

Después de la fiebre blogeril que sufrí la semana pasada, estos días he vuelto a recuperar mi estado natural de pereza y me he centrado en otra de mis grandes pasiones: la lectura. Este pasado lunes por fin rescaté una adquisición que llevaba un par de años acumulando polvo en la estantería, 'Tim Burton: Cuentos En Sombras', un mamotetro de más de 500 páginas en las que Jordi Sánchez-Navarro repasa con profusión la carrera del director. Una auténtica delicia cargadita de anécdotas, datos curiosos, análisis sesudos e imágenes reveladoras que tendrá como consecuencia directa recuperar gran parte de sus títulos míticos ('Ed Wood', 'Eduardo Manostijeras' y los dos 'Batman' están a la cabeza de mis futuros visionados).

De forma paralela, los cómics, concretamente los protagonizados por Spider-man, también han ocupado mis horas de ocio. En estos momentos tres son las series arácnidas que estoy coleccionando: 'John Romita Classic Spiderman', 'Peter Parker Spiderman' y 'Spiderman' a secas. A esta última me incorporé tarde, por lo que mi ritmo de lectura no sigue el orden de publicación; así, mientras este mes saldrá a la venta el nº 45, yo no he leído más allá del 34. Eso sin tener en cuenta que tengo un vacío de 3 ejemplares (los números 27, 29 y 31) que me ha obligado a dejar colgadas un par de sagas. A ver si en mi próxima visita a Madrid los consigo, porque en las librerías de Barcelona está la cosa complicada.

Hay quien no entiende esta fijación mía por el Trepamuros, pero cuando un personaje rebasa el ámbito de la ficción para convertirse casi en un colega todo adquiere sentido. Llevo desde los 8 años compartiendo mi vida con la de Peter Parker y su alter ego enmascarado y os puedo asegurar que muchas de sus desventuras me han ayudado a afrontar varios trances personales. Aparte de regalarme horas y horas de evasión.

Pero bueno, no vayáis a creer que me he sometido a un régimen musical. Mi dieta rockera se ha visto enriquecida con unos cuantos platos nuevos; unos han sido degustados hasta la saciedad, otros, en cambio, no han sido saboreados como merecen. De estos últimos ya daré buena cuenta la próxima semana, pero de los primeros ofreceré un breve comentario entre hoy y el domingo. Y recalco lo de 'breve', porque si hay algo que me aburre sobremanera es redactar reseñas de discos. Me recuerda aquellos comentarios de texto de obligado cumplimiento en mis tiempos de bachiller, en los que te veías forzado a realizar malabarismos analíticos y a aparcar cualquier atisbo de implicación emocional con la obra. En mi opinión hay ciertas cosas que no merecen ser tan escrupulosamente examinadas, y una de tantas es la música, que se siente o no se siente, así de sencillo. En mis meses como colaborador de cierta revista lo peor siempre venía dado por las dichosas reseñas. Unos datos biográficos por aquí, un repaso somero a su discografía por allá, un despiece del tracklist, comentarios personales,... Una fórmula aburridísima que, sin embargo, y dado su carácter de guía, no puede faltar en ninguna publicación musical.

Entre las novedades que me he pasado por el oido destaca la última entrega discográfica de Richie Kotzen, eterno guitarrista de Poison y Mr. Big mal que le pese, quien, tras su 'Get Up' del año pasado , vuelve a ofrecernos una nueva colección de temas. Pero en esta ocasión lo hace, no como artista en solitario, sino bajo denominación de banda, Forty Deuce.

La banda recaló en nuestro país hace unas semanas para presentar su debut, 'Nothing To Lose', y para ello escogieron una ciudad tan poco habitual para estos menesteres como es Las Palmas de Gran Canaria, donde descargaron durante dos noches consecutivas. Lástima que no se tuviesen en cuenta otras capitales, porque el paso de Kotzen por el escenario de la Sala Mephisto en Barcelona hace más o menos un año se recuerda con cariño (hablo por boca de terceros, dado que no acudí al evento).

Centrándome en 'Nothing To Lose', me parece un disco de hard-rock realmente sólido, muy elegante y perfectamente ejecutado, pero que, hoy por hoy, no es la clase de música que va conmigo. Me explico: los 12 cortes que lo componen se reparten, como es habitual, en temas duros, medios tiempos y baladas; y es en los temas supuestamente duros y directos donde la cosa, a mi gusto, hace aguas. Según he estado leyendo en la Red hay quien les saca parecido con Black Label Society, tanto por la voz de Kotzen (a mí, en cambio, me viene a la cabeza un híbrido entre Chris Cornell y David Coverdale) como por la rudeza del sonido; y es ahí, precisamente, donde discrepo enérgicamente. A excepción del tema 'Oh My God (I Fucked Up Again)' -un diamante en estado puro, sin duda-, el resto de temas más rockeros se quedan a medio gas. Así, como ejemplos, 'I Still' me devuelve a unos Mr. Big un poco más endurecidos, o 'Complicated', que encajaría en los primeros discos de Harem Scarem. En cambio, los temas más reposados casan mejor con mis preferencias; aunque sólo sea porque a mi entender sí reflejan el sonido que la canción requiere. En cualquier caso, perlas delicadas como 'Standing In The Rain', 'Wanted' y 'Nothing To Lose' merecen ser disfrutadas por lo menos una vez antes de abandonar este mundo.


TRACKLIST:

Intro / Oh My God (I Fucked Up Again) / I Still / Start It Up / Complicated / Say / Heaven / Stand Up / Next To Me / Standing In The Rain / Wanted / Nothing To Lose


LINE UP:

Richie Kotzen: Guitarra Y Voz / Taka: Guitarra / Ari: Bajo / Thr3e: Batería


LINKS DE INTERÉS:

www.richiekotzen.com
http://myspace.com/fortydeuce

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viernes, 9 de diciembre de 2005

Witchcraft

Retro World

Gracias a la atención que se les está dedicando en el foro de www.riff-fanzine.com, hace un par de semanas me hice con 'Firewood', el segundo trabajo de este cuarteto sueco. La verdad es que desde el momento que vi la portada (tiene un algo que me recuerda a la de 'High Visibility' de The Hellacopters) algo me decía que dentro de aquella caja de plástico había algo especial. Y el contenido no me ha defraudado, os lo aseguro. Lo suyo ni inventa ni descubre nada nuevo, que quede claro, su música está mucho más próxima a la actitud revisionista de unos Firebird que a la continuista de unos Spiritual Beggars, algo que sólo se me ocurre imaginar como un sincero homenaje a una época perdida en el tiempo. Su intencionada recreación de los sonidos de los 70 resulta tan fidedigna que han preferido ignorar las modernas técnicas de grabación y optar por el uso de equipos analógicos, con lo que han obtenido ese toque añejo que te catapulta directamente a la era de los pantalones de campana. Y el tiro no les ha salido por la culata; al contrario, cualquiera diría que los 11 cortes aquí incluidos fueron registrados hace tres décadas.

A pesar de ser catalogados como una banda doom, por fortuna en 'Firewood' no encontramos saturación de ritmos que se arrastran como almas en pena, sino puro classic rock, de raíces hard y psicodélicas. Y es que la primera banda que te viene a la cabeza a la que da inicio 'Chylde Of Fire' es Black Sabbath, una sensación que se prolonga prácticamente durante todo el minutaje, y que a medida que se va adentrando en el disco se extiende a otras influencias (desde los primeros Judas Priest a The Doors, pasando por Pentagram, Saint Vitus o Trouble).

La banda comenzó como un proyecto en solitario de su líder, Magnus Pelander, quien, tras la ruptura en 2000 de su anterior banda, Norrsken (de quienes, al parecer, se va a editar un disco próximamente), decide poner en marcha una nueva formación con el propósito de seguir ahondando en el hard rock setentero; esta vez, eso sí, añadiendo unas gotas de doom. Junto a un par de músicos anónimos graba un single que, una vez editado, le lleva a hacerse con una auténtica banda que le cubra las espaldas. Tras media docena de cambios de alineación logran la estabilidad con la formación actual, recurriendo a viejos amigos y conocidos -a excepción de Jonas Arnesén, el batería, cuya militancia durante 10 años en una cover banda de Black Sabbath supuso el factor determinante para su reclutamiento-. Lee Dorrian de Cathedral, a través de su sello Rise Above Records, se hace con sus servicios, y graban su disco de debut, 'Witchcraft', con Jens Henriksson a los controles. Tras una gira europea compartida con Grand Magus y Orange Goblin, al siguiente año repiten la experiencia con el mismo equipo de producción, dando luz a este 'Firewood'. La repercusión no tarda en llegar. A los pocos meses abren para Corrosion Of Conformity a su paso por Inglaterra, y ya se ha hecho público que acompañarán a Monster Magnet en la gira de presentación de su nuevo disco que se llevará a cabo la próxima primavera. Habrá que ver cómo lo hacen en directo.


LINE UP:
Magnus Pelander
: Guitarra & Voz / Ola Henriksson: Bajo / John Hoyles: Guitarra / Jonas Arnesén: Bateria

TRACKLIST:
Chylde Of Fire / If Wishes Were Horses / Mr. Haze / Wooden Cross (I Can’t Wake The Dead) / Queen Of Bees / Merlin’s Daughter / I See A Man / Sorrow Evoker / You Suffer / Attention! / When The Screams Come (versión de Pentagram)

jueves, 8 de diciembre de 2005

Crystal Pistol

Este Rock'n'Roll Acabará Contigo

Es sólo mi opinión, pero cada vez que se habla de 'banda promesa', y que conste que yo mismo muchas veces hago uso del término, habría que matizar 'del underground'. Porque no nos llevemos a engaño, no corren buenos tiempos para el rock'n'roll. Sí, es cierto que muy de vez en cuando alguna banda consigue dar el salto sin traicionar sus principios y logra vender varios millones de discos (en los últimos tiempos sólo se me ocurre pensar en The Darkness y System Of A Down), pero quien crea (y ojalá me equivoque) que los próximos Guns N'Roses están a la vuelta de la esquina tendrá que esperar lo suyo para verlo. Y quien aguarde la edición de 'Chinese Democracy' lo tiene aún más crudo...

Pero no me desviaré más. Una banda que está dando mucho que hablar en estos momentos son estos canadienses, Crystal Pistol, de quienes también se dice alguna que otra tontería (¿la voz de su cantante se parece a la de Alice Cooper? ¿a la de Bon Scott? Patrañas, señores). Sin ir más lejos, este mismo mes dos publicaciones nacionales les entrevistan, y tras empaparme de su debut homónimo no puedo estar más de acuerdo con el interés que han despertado. Sus principales bazas: temas con gancho -variados dentro de lo permisible-, y, por lo que se cuenta, un directo de lo más intenso. De lo primero ya se pueden dar referencias (y muy buenas) por aquí; en cuanto a lo segundo, veremos cuánto tardan en asolar nuestros escenarios. No sé qué tipo de dieta siguen en Canadá pero en los últimos tiempos han surgido de allí una serie de bandas que nos han brindado grandes discos y grandes conciertos: The Black Halos, C.J. Sleez, Danko Jones, Robin Black and the Intergalactic Rock Stars, ... A falta de un Mesías, al menos que haya unos cuantos Apóstoles, ¿no?

El disco lo produce todo un Mike Fraser, y como es habitual en él (suyas son las producciones de algunos discos de AC/DC, The Cult o Aerosmith) el resultado es impecable. Ignoro en qué porcentaje se ha repartido la responsabilidad para que el disco haya salido tan bien, pero quienes se llevarán la gloria (o los palos) son quienes dan la cara desde la portada, así que centrémonos un poco en ellos. Formados en Vancouver a principios de 2002, sus gustos se dejan notar al poco tiempo, concretamente cuando en julio del año siguiente telonean a Marilyn Manson, una influencia que ha dejado un poso más que evidente en la forma de cantar de Mik Ireland, su frontman, quien en algunos pasajes se convierte en un sosías perfecto del Reverendo. Por fortuna, nada tienen que ver Crystal Pistol; en su música predomina la suciedad sleazy y el punk-rock más anfetamínico, lo que les convierte en una mezcla entre los primeros Backyard Babies, The Black Halos, Murderdolls y Faster Pussycat. Lo tienen todo para agradar: buenas melodías, guitarras furiosas, estribillos pegadizos, incluso buena imagen. Veremos qué pasa con ellos. Mientras tanto, seguiré disfrutando con temas tan potentes como 'Live Fast, Die Young' y 'No Fun City', melodías infecciosas como las de 'Shake' y 'Teenage Parasite', o el que es, desde ya, uno de los singles del año, 'Rockstar'. Y no te creas eso de 'Everybody hates you when you love Rock'n'Roll'. A mí, nena, me gustas.

LINE UP:

Mik Ireland: voz / Pinto: guitarra / Brian Bresset: guitarra / Dave Troutman: batería / Greg Laikin: bajo

TRACKLIST:

Watch You Bleed / Rockstar / Locomotive / Line It Up / Salt Of The Earth / XXIII / Shake / All The Freaks / Live Fast, Die Young / Teenage Parasite / No Fun City

ENLACE DE INTERÉS:

www.crystalpistol.com

A

miércoles, 7 de diciembre de 2005

Twisted Sister

Hola Nostalgia

Todavía recuerdo las broncas que se armaban en el bus del instituto cuando un jevi, un par de años mayor que yo, hacía valer su derecho de querer disfrutar de Twisted Sister a través del sistema de altavoces. Cada intento por parte del chaval era recibido con muecas de desagrado, cuando no con un rotundo 'NO', por parte del grupo de pijos que monopolizaban el radiocassette; pero alguna vez dieron su brazo a torcer y le brindaron la oportunidad de poder introducir la cinta de 'Under The Blade' o 'Come Out And Play' en el reproductor; aunque sólo fuera para escuchar un tema y medio, momento en el que la extraían y la sustituían por otra de Modern Talking, Rick Astley o el Bolero Mix (que conste en acta que ninguno de estos nombres propios aparece en negrita; no lo merecen). ¡Qué recuerdos! ¡Y menudo curso nos dieron aquellos cabronazos!

Historias de adolescentes a un lado, para quienes vivimos séptimo de EGB con una banda sonora que incluía 'Stay Hungry', 'You Can't Stop Rock'n'Roll' o cualquiera de los discos de Dee Snider y compañía, el anuncio de su reunión y su posterior visita a España en el Festival Serie Z fueron eventos a celebrar. En su etapa de esplendor no hubo oportunidad de tenerlos por aquí, y en menos de un año pisaban dos veces nuestro suelo. Un sueño hecho realidad que, al menos en el concierto de Jerez (el de Barcelona me lo perdí), cubrió todas las expectativas y nos dejó momentos memorables. Ahora, un par de años después de todo aquéllo, y una vez editada su decepcionante revisión 'Still Hungry', tenemos ocasión de rememorar sus shows hispanos gracias a la edición de este 'Live At Wacken - The Reunion'.

Filmado en su edición de 2003, los Twisted Sister con los que nos encontramos en este dvd son el doble de gordos,sí, pero, poca broma, una demoledora máquina de rock'n'roll. Con un frontman como Dee Snider (para él no pesan los años ni los kilos), un repertorio que repasa lo mejor de su carrera (ni un solo tema de 'Love Is For Suckers') y una entrega que supera cualquier test de calidad, los fans de la banda tenemos entre manos material de primera. Y no sólo en base a las imágenes en vivo, sino también a partir de valiosos documentos gráficos y declaraciones de la propia banda, que sirven para esclarecer las circunstancias y causas que condujeron, primero a su separación, y tres lustros más tarde, a su reunificación -desde su participación en el New York Steel, el concierto homenaje a las víctimas del 11-S, pasando por su mini-gira en Corea del Sur, durante la cual entretuvieron a las tropas establecidas en bases de las Fuerzas Armadas USA-. Puede que el hecho de intercalar escenas documentales con las del concierto no resulte del agrado de todos los espectadores, pero a mi parecer lo hace más ameno. Lástima que no se incluya la opción de subtítulos en castellano, porque mentiría como un bellaco si dijese que entiendo la mitad de lo que se dice. Una opción inexplicable si tenemos en cuenta que el 50% de la banda es de origen hispano. Para compensarlo, la cara B del dvd es también un cd de audio, 'Live... Past And Present', en el que se recogen tomas en vivo fechadas en 1980, 1982 y 2003.

Es una lástima que bandas de este calibre tengan vetado un regreso como el que mercen: por la puerta grande; pero bueno, los tiempos cambian y los gustos del público también. Quienes no vivieron el momento de gloria de TS es posible que no conecten con ellos, pero aún a día de hoy, y gracias a la banda sonora de la descacharrante 'Bob Esponja. La Película' (donde se incluye una versión infantil, pero la mar de rockera, del clásico 'I Wanna Rock'), cualquier infante imberbe sigue siendo apto para dejarse seducir por los Sick Mother Fuckers.


TRACKLIST:

What You don’t Know (Sure Can Hurt You) / The Kids Are back / Stay Hungry / Destroyer / Like A Knife In The Back / Under The Blade / You Can’t Stop Rock ’N’ Roll / The Fire Still Burns / Shoot ’Em Down / We’re No Gonna Take It / The Price / Burn In Hell / I Wanna Rock / S.M.F.


LINK DE INTERÉS:

http://www.twistedsister.com/

A

lunes, 5 de diciembre de 2005

Hellbent

Punk Rock & Homophobic Psychos

Entre una cosa y otra esta semana no he tenido ocasión de actualizar el blog. Admito que he pasado más tiempo delante del televisor que encasquetado con los auriculares o frente al monitor, pero pienso desquitarme pronto; mis visionados, tarde o temprano, se verán reflejados en ilovehardrock -en los próximos días daré buena cuenta de varios dvd's rockeros. Pero ni los conciertos ni los videoclips me han robado tantas horas de sueño como lo ha hecho una serie de tv que me tiene absorbido por completo. Quienes me conocen saben de mi poco apego a la programación catódica, de lo que se deduce que la serie en cuestión no es una cualquiera, no; es la serie más llena de vida que servidor ha tenido el placer de disfrutar jamás. Y eso que las peripecias que se nos relatan en ella son las de una familia dedicada al negocio funerario. Sí, sí, lo has adivinado, hablo de 'A Dos Metros Bajo Tierra' (por aquí preferimos su denominación original, 'Six Feet Under'). Desde que mi socio Xavi (muchas gracias, hermano) me pasara hace unos meses la primera temporada de este producto de la HBO no he podido desligarme de las vidas de todos esos complejos personajes: Claire, Ruth, Nate, David, Brenda, ... Es tal el fervor que me despiertan los Fisher, la familia protagonista, que he recurrido a las redes P2P para hacerme con las temporadas que permanecen inéditas en nuestro país, y que gracias al trabajo del equipo de http://www.tusseries.com/ podemos disfrutar en V.O. con subtítulos en castellano. Anoche mismo videé el quinto episodio de la quinta temporada (al parecer, la última y definitiva), y hoy no me acostaré sin ver, como mínimo, el siguiente episodio.

Pero, ¿adonde nos lleva todo esto? Pues de forma directa a nada que tenga que ver con el rock'n'roll (en toda la saga sólo hay un personaje con un estilo de vida outsider, Nathaniel Fisher Sr.; y solamente recuerdo un episodio con una banda sonora eminentemente rockera -el dedicado al Santa Claus motero-, con temas de The Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, Steppenwolf, Blue Oÿster Cult y The Outlaws), pero rizando el rizo encuentro cierta conexión -muy de pasada, eso sí- con 'Hellbent', un film de terror centrado en un grupo de mozalbetes gays. David Fisher, uno de los pilares de 'Six Feet Under' es también homosexual, por lo que, cuando descubrí la susodicha horror-movie, no pude evitar pensar en él como posible protagonista. Elucubraciones al margen, la razón de detenerme en esta película es que en su banda sonora hallamos tres temas de la Gran Dama del punk angelino, Texas Terri. ¿Cómo? ¿Que no la conoces? Revisa cualquier número de Popular 1 de hace 4 o 5 años y te toparás con ella con casi total seguridad.

En estos últimos diez días he amenizado en varias ocasiones el trayecto que separa mi casa del trabajo con el disco 'Your Lips... My Ass!' de esta fémina, lo que ha despertado mi curiosidad por ver qué se trae entre manos de cara al futuro. Una vez en su web podemos ver que más bien poca cosa. La sección de noticias lleva años sin actualizarse, y si no fuera por el cartel de 'Hellbent' que ilustra la página de inicio y la agenda de conciertos pensaríamos que su carrera ha llegado a su punto final. En cualquier caso, los tres temas que se han colado en el dichoso soundtrack son 'Never Shut Up' y 'Strike 3', pertenecientes a su última entrega discográfica, y 'Lifetime Problems', una versión de The Dicks que ya aparecía en su debut 'Eat Shit'. Cabe comentar que The Dicks fue una banda de punk rock nacida en Austin en el año 1977 de abierta orientación gay.

Y centrándonos en la película, anunciada como 'la primera slasher-movie gay de la historia', 'Hellbent' es sólo un título más en la larga tradición de sagas tan conocidas como 'Viernes 13', 'Scream' o 'Halloween' (por algo su co-creador, Joseph Wolf, es el responsable de esta última serie, y de la de Freddy Krueger), es decir, jovencitos acosados por un psicópata sanguinario que los hará picadillo, uno tras otro, de la forma más imaginativa -y brutal- posible. La única novedad de la cinta es que todos los protagonistas, y el marco en el que se desarrolla (el Carnaval de Halloween que se celebra en West Hollywood), son 100% gay. El resto, de lo más previsible: pinceladas de humor negro, referencias a los clásicos, falsos sustos, hemoglobina, coitus totalmente interruptus, y un psycho -en este caso, además homófobo- con la clase suficiente para no tener que recurrir al atletismo para dar caza a sus víctimas.

LINK DE INTERÉS:

www.hellbent-movie.com
www.texasterri.com

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jueves, 24 de noviembre de 2005

Richard Cheese

EL CROONER CANALLA

Si este es un blog dedicado al rock'n'roll, '¿qué demonios hace este personaje por aquí?' te preguntarás. '¡Ya hemos tenido suficiente con Pat Boone y Paul Anka!' exclamarán otros. No te confundas, amig@. La explicación es simple, basta que olvides su ridículo atuendo por un momento, aparques tus prejuicios, y rememores aquellas escenas de 'Man On The Moon' en las que Andy Kauffman escandalizaba al público de un nightclub bajo la forma de su alter ego Tony Cliffton. Sin llegar al nivel de irreverencia y sordidez de aquél, Richard Cheese no se dedica a insultar al respetable, pero sus 'motherfuckers' son los únicos que suenan de forma tan angelical; y a diferencia de Cliffton, no entona estándares como 'Volare', sino que se atreve con versiones lounge de temas rockeros del calibre de 'Girls, Girls, Girls' de Mötley Crüe, rap ofensivo de contenido porno como 'Me So Horny' de 2 Live Crew, o inmaculados hits poperos como 'Material Girl' de Madonna. Y todo ello sin despeinarse ni perder la compostura. Lo mismo ofrece un descuento de dos dólares en la compra de sus cd's a quien le proporcione 'estimulación manual' en su camerino, que arremete contra las féminas presentes en la sala que lleven implantes de silicona. Siempre con una sonrisa en los labios, eso sí. Todo es parte del show.

El día que me enteré que Avril Lavigne había versioneado (es un decir...) el 'Chop Suey' de System Of A Down descubrí de rebote la música de este crooner de mediana edad. Y esto fue así dado que el motor de búsqueda de eMule, ante 'chop suey cover', da como resultado, además del destrozo de la Lavigne, la particular revisión en clave lounge que Richard Cheese hizo en 2002 del hit de los armenios. Tras ese primer encuentro reconozco que pasé de seguirle la pista -y eso que esta clase de experimentos es uno de mis pasatiempos favoritos-, y no fue hasta hace unos meses, cuando aparecieron las reseñas de 'Aperitif For Destruction' en algunas revistas musicales, que mi interés llevó a hacerme con la obra de la Lounge Against The Machine y su ínclito líder. Cuatro son los artefactos sonoros que Richard y su trío de músicos de jazz han facturado desde el año 2000, pero, al igual que con Spinal Tap, circulan rumores de una discografía paralela que homenajea títulos clásicos del rock de los últimos 30 años, y que, al parecer, forma parte de privilegiadas colecciones privadas. A ver si la Thyssen los da a conocer en el Reina Sofía.

BACK IN BLACK TIE (*)
Este disco rinde tributo a las canciones de AC/DC y a otros grandes temas. Richard Cheese también editó 3 tributos más: 'Highball To Hell', 'For Those About To Lounge We Salute You' y 'Let There Be Dick'.
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THE BATTLE OF LAS VEGAS (*)
'The Battle Of Las Vegas' fue el primer disco de platino de Richard Cheese. Desgraciadamente, la mayoría de reproductores de cd no reproducen discos de platino, por lo que muy poca gente realmente lo ha escuchado.
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THE WHITE ALBUM (*)
El ambicioso 'White Album'. Los críticos acabaron muy confudidos merced a un desafortunado error de impresión.
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DAIQUIRI OF A MADMAN (*)
En este cd Richard Cheese se sirvió de una docena de versiones swing de temas hechos famosos por Ozzy Osbourne y Black Sabbath. Cortes clásicos incluidos: 'Kooky Train', 'Bark At That Moon' y 'Iron Man, Man'.
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Pero existen más mitos alrededor de Richard Cheese. Bueno, no precisamente de él, sino de su identidad real, el cómico que atiende al nombre de Mark Jonathan Davis. Pero no adelantaré acontecimientos. Antes, aún a riesgo de borrar cualquier atisbo de misterio que pudiera tener el personaje, me detendré en unos cuantos aspectos personales de nuestro hombre. Al fin y al cabo, él mismo se ha encargado de desenmascararse en varios medios de comunicación, desvelando detalles de su infancia, detallando sus primeros escarceos en el show business, haciéndonos partícipes de sus planes de futuro más inmediatos, e incluso revelando su estado civil.

Nacido en Phoenix, este soltero de 39 años se crió en el núcleo de una familia conservadora en cuanto a usos y costumbres y amante de las buenas maneras y el lenguaje decoroso. Sus primeros pasos sobre un escenario se produjeron en las aulas de teatro del Washington High School, para a continuación enfrascarse en su principal pasión, la radio. Convertido en colaborador de un programa de elevada audiencia, Mark se dedicó allí a dar rienda a su vis humorística, realizando imitaciones de personajes famosos y parodiando temas del Top40 (la de mayor calado fue una de REO Speedwagon). Tras un semestre trabajando en la estación radiofónica del campus de la Arizona State University, su puesto como ayudante de producción en un afamado show matinal le sirvió para ganar tablas en el terreno de la comunicación y la improvisación. Sería en ese espacio matinal donde formaría dúo junto al cómico, teclista y cantante Rob Izenberg, con quien interpretaría, a la manera de Weirld Al Yankovich, revisitaciones paródicas de éxitos del momento. Al cabo de los meses, viendo que su estancia en Phoenix no les reportaría los frutos que creían merecer, parten a Los Angeles. Corría 1990 y Mark contaba por entonces 25 años.

En la Premiere Radio Networks son contratados como guionistas de comedia; para, a continuación, y sin la compañía de su amigo Izenberg, dar el salto a Nueva York para ocuparse como compositor de jingles promocionales, campo en el que desarrollaría su faceta como músico y cosecharía notables éxitos, ganándose un nombre y una reputación en la industria. Resulta curioso mencionar sus trabajos para el gabinete presidencial de Bill Clinton, a quienes vendió alguna que otra broma política; y para la todopoderosa Disney, encargándose de inventar nombres rimbombantes para los restaurantes y atracciones del parque temático 'California Adventure'.

Tras este periplo en el mundo de la publicidad y las relaciones públicas, Mark regresa a Los Angeles, empleándose en el show de 'Kevin and Bean' de la KROQ Radio. En ese programa, dedicado en la parte musical al rock alternativo, crearía el antecedente directo de Richard Cheese: un señor de 55 años de edad, amante de Sinatra, que interpretaba versiones lounge de temas actuales. A partir de ahí todo vino rodado. Sólo había que darle una cara, un look y un nombre con gancho. La cara sería la suya -faltaría más-, el look se situaría a medio camino entre lo clásico y lo hortera, y para el nombre nada mejor que un juego de palabras ('cheese' es queso, pero su derivado 'cheesy' se traduce por cursi). El paso siguiente fue rodearse de un grupo de músicos, a los que rebautizaría con nombres de variedaddes de queso: Gordon Brie, Buddy Gouda, Frank Feta, Bobby Riccotta,... Los cambios en el line up han sido constantes desde entonces, lo único que se ha mantenido inmutable es la formación de trío (batería, contrabajo y teclado), a la que, de vez en cuando, se ha sumado una sección de vientos o un coro de infantes (antológica su interpretación del 'Beat It' de Jacko).

La edición en octubre de 2000 de su debut 'Lounge Against the Machine' se convierte, gracias al boca-oreja, en un éxito a pequeña escala, abriéndole las puertas a la MTV. Tras encabezar varios conciertos en el programa 'Say What Karaoke?' de la cadena llegan los shows en la Mansión Playboy, sus apariciones en The Howard Stern Show y la oportunidad de compartir escenario con The Brian Setzer Orchestra y Blink 182. Gracias a los 56.000 ejemplares vendidos de sus siguientes discos ('Tuxicity' y 'I'd Like A Virgin') logra fichar por Surfdog Records, la compañía donde milita, entre otros, el guitarrista de Stray Cats; y cuelan un tema en la banda sonora de 'Dawn Of The Dead', una versión del 'Down With The Sickness' de los nu-metaleros Disturbed.

En estos momentos, 5 años después de dar sus primeros pasos, y a 6 meses de la edición de 'Aperitif For Destruction', su última obra, Mark Jonathan Davis anuncia su retirada de los escenarios. Asegura que seguirá grabando discos, pero las apariciones públicas de su alter ego ya forman parte de la historia. Para el futuro tiene preparados una serie de proyectos, que pasan por escribir un libro, rodar una película y llegar a Presidente de la Nación -por el bando de los demócratas, por supuesto-; metas dudosas que chocan frontalmente con la claridad de su anuncio: este mes de diciembre Richard Cheese dirá adiós para siempre. Su postura parece definitiva, pero no rechaza la idea de franquiciar el personaje si se presenta alguien capaz de llevar adelante su caracterización. Una solución que dudo sea capaz de satisfacer a sus fans más acérrimos, pero que a Mr. Davis le irá de perlas para su cuenta corriente. No hay que olvidar que estamos hablando de alguien capaz de cobrarte 99 dólares si deseas que tu nombre aparezca en los créditos de su próximo cd, que, por cierto, será un recopilatorio.

Y como lo prometido es deuda, ahí van los 3 mitos que giran alrededor de nuestro crooner quesero favorito:

1. Mark Jonathan Davis no puede comer quesos procesados
2. Mark Jonathan Davis odia el humo del tabaco que nubla los nightclubs
3. Mark Jonathan Davis soporta, sobre el escenario, una enorme copa de martini que en realidad es agua embotellada

¿Estás dispuesto a descubrir cual de ellos es falso?


(*) Comentarios extraidos de su página web www.iloverichardcheese.com
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martes, 22 de noviembre de 2005

Deep Purple II

Entrevista a Steve Morse (2ª parte)

Tras unos días de espera, por fin ponemos a vuestra disposición la segunda parte de la entrevista que Xavier Rulló llevó a cabo con Mr. Morse. Si en el primer tramo de la charla se habló de los discos que ha grabado junto a Purple, sus proyectos paralelos y otras muchas cosas; este tramo final se centra en sus gustos, sus influencias y algún que otro detalle de su pasado.


Me gustaría que me dieras tu opinión sobre algunos guitarristas.
Perfecto.

John Petrucci de Dream Theater, un músico que siempre te reconoce como una de sus influencias básicas.
John
me gusta muchísimo. Cuando le dices a alguien que escuche a John, sabes que lo que va a oír sonará increíble. Es como: “tienes que ver tocar a este tipo, es sorprendente”. Es tremendamente preciso, un completo virtuoso de la guitarra eléctrica. Musicalmente es muy completo, al igual que Mike Portnoy, el batería de Dream Theater. También su teclista Jordan Rudess, quien por cierto tocó con Dixie Dregs durante un corto periodo de tiempo... Estos tipos saben lo que se traen entre manos. Su banda es una de las más intensas del planeta. Los puedes recomendar a cualquier persona y todos van a encontrar en su música algo sorprendente. Además, para tocar el tipo de música que Dream Theater practican, físicamente se tiene que estar muy en forma (risas).

Joe Satriani, tu predecesor en Purple.
He llegado a conocer bastante bien a Joe a causa de los tours que su banda y Purple hemos hecho juntos. Además, al poco de unirme a Purple, también me invitó a tocar en uno de sus G3 junto a otros guitarristas, aunque debido a nuestras respectivas agendas no pudimos llevarlo a cabo. Con Joe sucede algo similar a lo que te he comentado de John Petrucci. Nadie va a quedar defraudado de su manera de tocar, es imposible. Tras escucharle, no puedes decir nada que no sea: “¡Este tipo es realmente bueno! (risas)”, no puedes llegar a otra conclusión diferente. Lo que me gusta de él es que improvisa de forma muy fluida. De repente te sorprende con detalles totalmente inesperados mientras hace alguno de sus solos, es increíble. Pude estudiar su estilo muy bien porque la cinta de su último show con Purple fue la grabación que me dieron hace doce años para aprender el set del grupo. Fue algo parecido a: “Aquí tienes el repertorio, nos vemos en el escenario (risas)”. Un poco más tarde, Roger Glover me envió un concierto muy parecido, pero con Ritchie Blackmore en la guitarra y para mí fue como una iluminación poder ver las diferencias entre ambos tocando las mismas partes de guitarra. Ya me había aprendido el set de Purple según el estilo de Joe Satriani, memoricé tan bien las partes de Joe que cuando escuché la cinta de Ritchie, fui consciente de las partes del show improvisadas de las que no lo eran. En ese momento, mi intención no era estudiar tan detenidamente sus estilos, pero definitivamente me ayudó bastante a la hora de llevar a cabo mi trabajo. Lo mismo puedo decir de Randy Rhoads y de las canciones de Ozzy que hemos grabado con Living Loud. Cuando escuchas a un gran guitarrista y analizas su trabajo fragmento a fragmento, acabas por apreciarlo incluso más.

En el disco de Living Loud has llevado a tu terreno los solos de Randy, solos que todos tenemos perfectamente memorizados.
Pensé: “si tengo que reinterpretar estas canciones, ¿qué puedo ofrecer que sea diferente?”. En el caso de Living Loud, aporté algunas introducciones y finales distintos a los de las canciones originales, y al mismo tiempo intenté cambiar el material un poquito. Lo que sucedió fue que algunas de las partes, en especial las guitarras rítmicas, eran demasiado buenas para siquiera pensar en cambiarlas. Las partes de rítmica y los riffs de guitarra de ‘Flying High Again’ o ‘Crazy Train’ eran perfectos, así que decidí no cambiarlos demasiado. Preferí modificar algunas partes más reconocibles como solos o melodías. Cuando escuchaba algún tapping, Randy era muy bueno en ese aspecto (ndr: Morse imita con su voz uno de los inmortales tappings de Rhoads), pensé que sería interesante hacer esa parte con una púa. Así conseguí que sonara similar, pero al mismo tiempo le di un nuevo enfoque. Idea similar, pero técnica diferente.

Eddie Van Halen.
Al igual que sucede con John o Joe, para mí es mucho más fácil hablar bien de un guitarrista si lo conozco, y más aún si he tocado junto a él. Cuando mi hijo estaba a punto de nacer, yo vivía en California. Durante tres noches pude hacer allí algunas jam sessions junto a otros guitarristas en la NAAM, que es una convención de la industria musical que se celebran cada año. Allí estaban Albert Lee, Eddie Van Halen y Steve Lukather de Toto. En ese periodo, Eddie Van Halen estaba presentando uno de sus nuevos modelos de guitarra para Musicman... Hicimos básicamente algunos clásicos, cosas casi rockabilly de Albert Lee, otras más de rock clásico, aunque el énfasis lo pusimos a la hora de improvisar partes rítmicas y por supuesto solos. Estaba a menos de un metro de Eddie viendo como hacía su trabajo, y me encantó como puede sorprender a cualquiera con algo totalmente musical, aunque ni siquiera conozca bien la canción que está tocando. Puede contribuir con partes rítmicas adecuadas para cada momento, pero es en los solos donde Eddie es siempre excitante.

¿Cuándo tuvieron lugar estas jam sessions?
Debió ser en 1.991, el año en que nació mi hijo. De hecho, tenía un busca sobre el amplificador para comprobar en todo momento si mi esposa tenía que ir al hospital (risas).

Para acabar, me gustaría que me hablaras sobre George Harrison de The Beatles. En ocasiones durante los shows de Purple, sueles tocar pequeños fragmentos de ‘Here Comes The Sun’...
George
es definitivamente una de mis primeras influencias como guitarrista. El tipo de material que tocaba era mágico, los Beatles tenían una habilidad natural para hacer arreglos fantásticos en sus canciones. George fue el primer guitarrista que escuché que no se limitaba a meter notas constantemente, a veces tan sólo añadía a la canción un pequeño detalle, mientras John Lennon mantenía el riff principal. Todo lo que hizo fue tan musical, aunque nunca sabré si fue debido a sus propias decisiones o a un deseo de seguir las instrucciones de John y Paul. Cuando hacía arreglos con dos pistas de guitarra como en ‘Sgt. Peppers’... tío, ¡¡nunca antes había oído nada igual!! (risas). En aquella época yo tenía una guitarra Fender con un amplificador también Fender, y nunca pude saber cómo conseguía hacer aquellas cosas. Siempre quise imitar su trabajo en canciones como ‘I Wanna Hold Your Hand’ con mi pequeño ampli y jamás conseguí sonar remotamente como él (risas). No había manera, y tocábamos el mismo instrumento. “No sé como puede hacerlo, no sé qué es, pero suena fantástico”. Lo mejor de George es que siempre controlaba perfectamente su sonido. Cada vez que hacía un solo, era melódico, interesante... ‘Something’ o ‘While My Guitar Gently Weeps’ son canciones que te acompañarán toda la vida. Gracias a Deep Purple pude conocerle en una ocasión, fue increíble, muy emocionante... Yo era tan fan suyo... (ndr: Morse se conmueve notablemente al recordar este episodio). El encuentro sucedió gracias a Roger Glover. Me dijo: “Steve, ¿quieres venir a tomar el té con George Harrison?" Le contesté: “Esto... No lo sé, deja que... déjame pensar en ello...” (risas). Fue uno de esos momentos únicos e inolvidables.

Cambiando de instrumento, a lo largo de tu carrera has podido trabajar con baterías increíbles como Rod Morgenstein (Dixie Dregs, Winger) o Ian Paice.
Rod
es el batería más musical con el que he trabajado. Toca la batería de una forma muy líquida, como si estuviera cantando la canción a través de sus manos. Ian Paice tiene otros puntos fuertes distintos, a todo le da ese toque swing tan particular... Es un gigante de su instrumento. Consigue llevarnos a todos por el buen camino cuando el resto tenemos una de esas noches malas, además no le importa improvisar en todo momento. Rod también disfruta haciéndolo, así que puedes ver que tienen algunas cosas en común. La gran diferencia es que Paice es prácticamente un batería de estudio, siempre golpea en el lugar adecuado, mientras que Rod se parece más a mí, le gusta ser más imprevisible, llevar el tempo de una canción hacia terrenos desconocidos. Supe que Rod era un gran batería desde el momento en que le escuché tocar el teclado en la escuela. Íbamos a clase juntos, y puedo decirte que era un teclista muy bueno. Más tarde, cuando le escuché tocar la batería le quise en mi banda, no era fácil encontrar gente con ese nivel en aquella época. Rod no es uno de esos baterías que abusan del doble bombo o que se dedican a tocar el mayor número de beats por segundo. Por supuesto que si quiere puede hacerlo, pero su intención es otra muy diferente. Cuando escuchas sus partes de batería aisladas, casi puedes saber en qué momento de la canción te encuentras, describe la música con su forma de tocar. Eso le diferencia del batería típico de rock, Rod es único en ese sentido, aunque me encanta tocar con los dos.

¿Qué me puedes decir de tu estancia en Kansas a mediados de los 80?
De los dos discos que hice con ellos, me gusta en especial ‘Power’. Sucedió algo similar a ‘Purpendicular’ con Purple, cuando compusimos el material siguiendo una evolución natural, sin gente ajena al grupo involucrada en el proceso. El productor de esos discos fue Bob Ezrin, un tipo brillante, realmente disfruté trabajando con él, aunque el concepto de aquellos Kansas conmigo en la guitarra era totalmente distinto al de la banda original. Decidieron que querían un álbum de éxito para poder salir en la MTV y así llevar al grupo a un nivel de popularidad superior. Yo no podía estar de acuerdo con aquella filosofía, fue una mala época para mí. Lo cierto es que yo no estaba demasiado por la labor de satisfacer a las grandes emisoras o a la MTV... La compañía de discos presionó bastante para que Kansas tomara esa dirección. Yo supe desde un principio que no era el tipo adecuado para hacerlo, me uní al grupo básicamente porque era un fan de su música.

¿Te ves durante muchos años más en Deep Purple? Ian Paice me dijo recientemente que estaría en el grupo mientras físicamente pudiera realizar los shows de forma decente...
Estoy de acuerdo con Ian, mi respuesta es la misma. Las únicas razones posibles para que abandonara este negocio serían o una incapacidad física que me impidiera tocar, o no poder soportar el hecho de estar alejado de mi familia. A veces las giras consiguen que llegue al límite después de seis o siete semanas. No estoy hablando de la parte física del tour, me refiero al aspecto mental. Deberíamos ser capaces de poder medir todos nuestros actos en la vida. A mí me encanta comer, pero a veces acabas con todos los platos del menú y quieres más y más... Ese es el punto al que no debemos llegar con los tours (risas). Me encanta salir a la carretera, pero pienso que no es bueno hacer demasiados shows seguidos, tenemos que poder disfrutar de tiempo libre para estar con nuestras familias. El ritmo endiablado que lleva una banda de rock como Deep Purple puede hacer que cualquiera se vuelva loco.

¿Qué disco recomendarías de cada una de las bandas en las que has estado?
El ‘Best Of’ de Dixie Dregs sería ideal, aunque ‘California Screamin’’ también me gusta. Es en directo, y Dweezil Zappa, el hijo de Frank tocó en la canción ‘Peaches En Regalia', fue fantástico que lo hiciera. Me gusta mucho ese disco, es realmente en directo, no retocamos nada en el estudio excepto unas pocas notas de violín. Es muy fácil tener problemas de sonido con el violín en los conciertos... De la Steve Morse Band recomendaría ‘Stress Fest’ o... Sí, probablemente ‘Stress Fest’, es uno de mis favoritos. También tengo un disco en solitario llamado ‘High Tension Wires’, pero es muy difícil de conseguir, así que de mi carrera como solista elegiría ‘Split Decision’. Son canciones que compuse yo sólo y luego mis amigos Van Romaine y Dave LaRue tocaron en ellas. Para los discos de la Steve Morse Band el proceso es distinto, porque los tres componemos juntos. De Deep Purple diría que el nuevo disco es una buena muestra de mi trabajo en la banda. También el DVD de ‘Total Abandon’ es muy representativo. De Kansas... (ndr: Morse se toma su tiempo para pensar la respuesta).

A mí me encanta ‘Power’, antes me has dicho que te gustaba ese disco.
Sí, es cierto, ese trabajo es la mejor representación de mi paso por el grupo. Una de mis canciones favoritas del disco es ‘Musicatto’, una pieza instrumental, realmente me gustaría escuchar a los chicos tocar esa canción en alguno de sus shows.

Para acabar, me gustaría que me contaras cómo surgió la posibilidad de tocar en uno de los discos de Liza Minelli.
(Risas) Estábamos trabajando con Dixie Dregs en ‘Free Fall’, nuestro primer disco en un gran sello. Una vez acabada la grabación, yo me quise quedar hasta el final para poder asistir a la mezcla, en el grupo me permitían tomar las riendas de la música... Y ya sabes que cuando le das poder de decisión a alguien acaba acostumbrándose a ello (risas). Mientras el resto de los chicos estaban en sus casas disfrutando de tiempo libre, yo me quedé algunos días esperando a que terminaran con la mezcla del disco de otro artista. Uno de esos días, el ingeniero me dijo: “Estoy trabajando en un disco de Liza Minelli (ndr. “Tropical Nights”, de 1977), creo que tu estilo sería perfecto para esta canción en particular”. No lo pude grabar con mi equipo, ya se habían llevado del estudio todos mis amplificadores y pedales, así que tan sólo pude usar mi guitarra.

¿Llegaste a conocerla?
No, nunca la vi, ten en cuenta que estamos hablando de una típica producción de Hollywood. La música se grabó y se arregló en un estudio, y con toda seguridad, tras aprender las canciones, Liza cantó sobre la base. Nadie en el estudio la vio en ningún momento.

Hace poco leí una entrevista con Bobby Ogdin, el pianista que tocó con Elvis en sus últimos 45 conciertos, donde afirmaba que nunca le llegó a conocer en persona.
¡Dios mío! (risas). Supongo que a ese nivel es natural que suceda, aunque para mí la situación ideal es que todo el grupo esté en la misma habitación tocando junto. Hoy en día, con las grabaciones multi pistas y la posibilidad de enviar archivos a través de e-mail, es incluso más impersonal.


(texto y fotos: Xavier Rulló)

lunes, 14 de noviembre de 2005

Deep Purple

Exclusiva con Steve Morse, “El Hombre Tranquilo”

La entrada de hoy es especial -ya lo habréis notado por el nuevo cambio de cabecera- por varios motivos:

1. ésta es la primera entrevista que se publica en el blog,
2. lo hace en exclusiva nacional, y
3. lleva asociada nombres de primera fila, los de Steve Morse y Xavier Rulló, presencias que, tanto por una parte como por otra, me llenan de orgullo y satisfacción.

La charla, que tuvo lugar durante el pasado Azkena Rock, se ha dividido en 2 partes; así que, al tanto, que habrá más Morse.


Hace poco fui con mi hijo a uno de los conciertos de reunión de Mötley Crüe y el personal de seguridad no nos dejaba entrar. Nos decían que no estábamos en la lista, como al chico de la película ‘Casi Famosos’. Supongo que ya sabes de lo que hablo (risas). Finalmente les convencimos, y tras el concierto, Mick Mars se hizo unas fotos con mi chico; incluso le regaló unas púas sin necesidad de pedírselas”. A Steve Morse (28 de Julio de 1954, Hamilton, Ohio, U.S.A.) le encanta conversar y compartir vivencias personales, incluso con un completo extraño al que ha conocido noventa minutos antes. La triunfante actuación de Deep Purple un día más tarde en el Azkena Rock Festival se convirtió en la excusa perfecta para departir de forma relajada con uno de los guitarristas más aventajados de su generación y maestro de maestros. El marco incomparable de la tranquilidad reinante en el bar del hotel más vanguardista (¡¡¡y caro!!!) de Bilbao, sin duda ayudó a que los veinte minutos asignados por el eficaz, aunque férreo tour manager de Purple, Ian ‘Spider’ Digence (“twenty minutes and no photos”), fluyeran naturalmente hacia una charla de hora y media. Enfundado en unas ceñidas bermudas vaqueras que seguramente nos podrían contar muchas batallas, con un tono de voz en todo momento relajado y sincero, aunque seguro y contundente, y ante una ración de cacahuetes bañados con un par de colas sin calorías, el guitarrista nos vendió su último disco con PurpleRapture Of The Deep’ (Edel Records), además de recordarnos su trayectoria en Dixie Dregs, en la Steve Morse Band, su fugaz paso por Kansas, así como sus discos en solitario. Sin prisa y con una amabilidad inusual. 100% Steve Morse.

A estas alturas de tu vida y de tu carrera, ¿es necesario para ti pasar tanto tiempo alejado de tu familia con las constantes giras que haces con Deep Purple, Dixie Dregs, tu banda en solitario, y más recientemente, Living Loud?

¿Sabes?, este es el único aspecto de mi vida que no puedo controlar, es algo así como una pesadilla que no puedo dominar del todo. Este tipo de vida es como formar parte de una pandilla, o estás con ellos o no lo estás, pero en el fondo no puedes ni imaginarte el simple hecho de alejarte de ellos. Para mí lo peor es estar lejos de mi familia (larga pausa). Hace poco hablé con mi hijo acerca de ello y me dijo: “Papá, deberías pasar más tiempo en casa, aunque sé que todos los padres tienen que trabajar” (risas). Él ahora es un quinceañero, toca la guitarra y trabaja muy duro en ello, dice que lo ha aprendido de mí. Cuando estoy en casa puedo llevarle al colegio y luego recogerle, pasar todo el día con él. Tienes razón, a veces puede ser muy duro. El aspecto más doloroso de formar parte de una banda es que no puedo controlar el tiempo que estaré fuera de casa.

Es curioso, ni siquiera sabía que tenías un hijo. ¿Le gusta la música de Deep Purple?

Bueno, el grupo que realmente le gusta es Mötley Crüe, es su banda favorita. También le encanta Ozzy Osbourne. Hace poco grabé un disco con algunos de los chicos que trabajaron con Ozzy a principios de los 80 (ndr: por supuesto, Morse se refiere al proyecto Living Loud, junto a Bob Daisley, Lee Kerslake y Don Airey, ex miembros de la banda original de Osbourne), y allí descubrió todo ese material, oyendo a su padre haciendo algunas de esas canciones. Son temas que Bob y Lee escribieron junto a Randy Rhoads y Ozzy. Randy es un gran héroe para mi hijo. También tengo dos hijastros y dos hijastras, una gran familia con muchos chicos alrededor. A dos de ellos casi no los veo porque viven muy lejos, pero generalmente estoy rodeado de chicos (risas).


Parece que fue ayer, pero hace más de diez años que te uniste a Purple, y en breve se va a editar ya tu cuarto disco con ellos, ‘Rapture Of The Deep’.

Sí, desde que me invitaron a formar parte del grupo han pasado ya doce años, fue en 1994. Mi primer show con Purple fue en noviembre de ese año, pero ya formaba parte del grupo algún tiempo antes, mientras esperábamos el momento adecuado para debutar en directo con la nueva formación. Ese primer show tenía que llevarse a cabo en Australia, pero al final se decidió que iba a ser en Mexico City (ndr: las fechas exactas fueron 23 de Noviembre México City, 25 Monterrey, y 26 Corpus Christi, Texas).
Rapture Of The Deep’ es nuestro nuevo disco, una de las pocas veces desde ‘Purpendicular’ (ndr: su debut con Purple en 1995) en que la banda al completo se ha involucrado libremente desde principio a fin. En ‘Abandon’ (1998) Jon Lord estuvo ausente durante todas las sesiones de composición, aunque por supuesto participó de la grabación. Para el anterior ‘Bananas’ sucedió que Don Airey acababa de llegar, así que su influencia no fue demasiado fuerte, él era el “chico nuevo”. Con ‘Rapture’ no hemos tenido ninguno de esos problemas, la banda al completo ha participado enormemente, así que es mucho más representativo del sonido real del grupo. Es un disco muy fácil de escuchar, el sentimiento general es muy natural. Hemos intentado huir de canciones compuestas separadamente por algún miembro en particular, y nos hemos dirigido hacia un terreno más natural que nos ha permitido improvisar rápidamente. El sonido global es típico Deep Purple, y tengo que decir que después de pasar los últimos doce años con los chicos del grupo, la habilidad de componer música espontánea es algo muy importante. Básicamente este es el sentimiento que hemos querido capturar en el disco, pienso que es una buena representación de los Deep Purple actuales.

Durante estos doce años te has convertido en un miembro clave de los Purple sin Ritchie Blackmore. ¿En algún momento, durante los primeros días en el grupo, pudiste imaginar que sus seguidores te iban a aceptar casi de forma unánime?

Sustituir a componentes es algo habitual en las bandas de rock. En mi otro grupo, Dixie Dregs, hemos sustituido a bastante gente a lo largo de los años, hemos tenido muchos teclistas (risas). Por supuesto siempre habrá un sector de fans más radicales a los que no les gustará cualquier cambio que suponga alejarse de la formación de 1969, pero si realmente son puristas deberían preguntarse: “¿Y qué pasa con Rod Evans, el cantante anterior a Ian Gillan, o con Nick Simper, el bajista anterior a Roger Glover?” Por el amor de Dios, no podemos pedirle a Jon Lord que vuelva, las giras son demasiado largas para él. De cualquier manera, siempre que tocamos y Jon se encuentra en la misma ciudad, no dudes que subirá al escenario con nosotros. En este punto es imposible que seamos la banda original debido a razones que nadie puede controlar de forma individual. Pienso que los seguidores de Purple de toda la vida han llegado a apreciar mi contribución a la banda, ellos saben que yo no vine para echar a Ritchie del grupo, él se fue. Se fue (pausa). La única fórmula para que esos seguidores puedan continuar escuchando a Deep Purple es con un guitarrista diferente, y mejor si ese alguien es un fan. Yo soy un fan de Deep Purple, lo puedes comprobar escuchando cómo toco la música de Ritchie, las partes de guitarra que él compuso, se puede ver que lo hago con un enorme respeto por lo que hizo. Por supuesto soy libre para cambiar algunas cosas (risas), esto es lo que la gente se va a encontrar, un poco de aquí, y un poco de allí. Lo cierto es que la gente me lo ha puesto muy fácil, saben que me encanta la música de Purple, lo que hicieron en el pasado. Me gusta tocarlo básicamente porque soy fan de ese material.

Para la gira de presentación de ‘Rapture Of The Deep’ sería interesante que os centrárais en las nuevas canciones y en material de tus años en el grupo. Pienso que el grupo necesita dejar de tocar urgentemente algunas de las viejas canciones.

Es curioso que menciones esto, porque precisamente he llegado a Bilbao un día antes del Azkena Festival para poder ensayar algunas canciones nuevas con los chicos, y te aseguro que no es habitual que nos reunamos para probar cosas (risas). El día antes de mi primer concierto con Purple hicimos un ensayo largo, pero no suele suceder, puedes estar seguro. (Larga pausa) Tendremos que tocar bastante material nuevo, de eso no hay duda. Cuando tienes a cinco tipos en la misma habitación nunca sabes cuáles van a ser sus canciones elegidas para tocar en directo. Les he visto a todos en privado decir: “Oh sí, lo vamos a hacer así, vamos a tocar tal o tal canción”, y luego al reunirnos para tomar decisiones, dicen algo totalmente distinto. Nunca sabes lo que va a suceder. En este caso estoy seguro de que vamos a tocar material del nuevo disco.

Recuerdo que durante el primer tour que hiciste con la banda, confiábais ciegamente en el material de ‘Purpendicular’. Llegué a escuchar hasta siete canciones de ese disco en los dos conciertos en el Brixton Academy de Londres. Pienso que esa es la dirección adecuada.

El problema es que nuestras giras son muy largas, y llega un punto en que tenemos que plantearnos seriamente qué canciones tenemos que tocar para asegurarnos que Ian Gillan pueda cantar de nuevo al día siguiente. Por supuesto, a todos nos gusta más cuando el set list cambia cada noche. A veces, en la mitad de un tour muy largo, el encargado de las luces nos pide que toquemos tal o cual canción porque a nivel visual es mucho más atractiva. Tienes que saber que a lo largo de una gira hay mucha gente involucrada, no tan sólo nosotros cinco, y tengo que decirte que una enorme mayoría de ellos prefieren que la lista de canciones no cambie de forma habitual. Si tengo que ser sincero contigo, lo que yo realmente prefiero es que improvisemos mucho durante los shows, de esta manera si la gente nos ve varias veces seguidas, podrá salir con la impresión de que ha asistido a espectáculos diferentes. Estoy de acuerdo contigo, no tocamos demasiado material nuevo y quizás deberíamos, pero la razón es que hoy en día Deep Purple tiene muchísimas canciones para elegir. Además, en muchas ocasiones hemos compartido el escenario con otras bandas en tours conjuntos o festivales, y si queremos que todos los horarios se cumplan, tenemos que acortar nuestro tiempo sobre escena. Decimos: “Tenemos que eliminar ‘My Woman From Tokyo’ (sic) si queremos hacer ‘Black Night’ o ‘Hush’. Este tipo de decisiones son las que determinan el resultado de la lista final. Quiero que sepas que hay una voz que te representa en todas y cada una de las reuniones del grupo sobre el repertorio (risas). Es la voz que dice: “No debemos repetirnos porque hay gente que ha visto al grupo muchas veces”, y entonces aparece otra que dice: “Sí, pero hay mucha más que hoy vendrá por primera vez a un show de Deep Purple”, y la verdad es que esto es un hecho real, así que es muy difícil; no sabría decirte cuál es la respuesta a tu pregunta. Para mí la respuesta es cambiar más, aunque la audiencia pierda la oportunidad de escuchar unos pocos clásicos. No creo que tengamos que dejar de tocar muchos clásicos para poder incluir dos o tres nuevas canciones cada noche.


Hay tantas buenas canciones en vuestros tres últimos discos que es una pena olvidarlas tan pronto.

El año pasado solíamos tocar ‘Sometimes I Feel Like Screaming’, ‘Doing It Tonight’... (Larga pausa).

¿Cómo ves los discos que has grabado con el grupo al cabo de los años?

Como te dije antes, tanto ‘Purpendicular’ como el nuevo ‘Rapture Of The Deep’ son los discos que mejor representan a los Deep Purple recientes. Son más naturales, más de trabajo conjunto. Ese primer disco significó un perfecto retrato de aquellos Deep Purple post Blackmore, de la misma manera que ‘Rapture Of The Deep’ es un muy buen retrato de lo que la banda representa hoy en día. También me gusta mucho el disco en directo.

¿Cuál de ellos?

Tienes razón, hay tantos (risas). El que grabamos en Australia (ndr: ‘Total Abandon – Australia ´99’). No se retocó ni una sola nota en el estudio, ya sabes que a veces los grupos hacemos este tipo de cosas (risas). Lo que oyes en ese disco es exactamente lo que sucedió durante el show. Es lo más honesto que un grupo puede hacer, especialmente si lo que queda grabado es uno de los conciertos realmente buenos. Algunos discos en directo son completamente horribles, pero el de Australia es muy bueno, mi favorito. Con el tiempo pude llegar a apreciar algunas de las canciones de ‘Abandon’, pero tengo que reconocer que eché de menos a Jon Lord durante el proceso de composición: En esa época él estaba acabando su disco en solitario (ndr: ‘Pictured Within’), así que lo que hizo fue llegar en el último momento para añadir algunas partes de teclado. Jon es un tipo muy musical, puede hacer que cualquier cosa, por insignificante que parezca, suene bien. Lo hizo todo perfecto en un período de tiempo realmente corto, pero durante esa etapa en particular no actuó como un verdadero miembro del grupo. Amo a Jon, es un tipo enorme.

¿’Bananas’?

Creo que ‘Bananas’ es un disco con un sonido muy bueno. El productor Michael Bradford contribuyó con algunas ideas para las canciones. De hecho, su nombre aparece en los créditos de un par de temas (ndr: ‘House Of Pain’, ‘I Got Your Number’ y ‘Walk On’). Michael es un tipo muy inteligente y musical, cualquier cosa con la que se involucre va a sonar perfectamente. De cualquier manera, el proceso de composición de ese disco no fue el habitual en Deep Purple. Durante la grabación del nuevo disco, Michael no quiso participar en ese sentido y se conformó sentándose en su silla de productor (risas). Por eso pienso que ‘Rapture’ es mejor que ‘Bananas’, es mucho más un disco de Deep Purple como grupo.

¿Qué puedes decir ante las opiniones que afirman que la voz de Ian Gillan en ‘Bananas’ estaba en un plano demasiado destacado? Imagino que sabrás que en ciertos sectores de fans se opina que los Deep Purple actuales son algo así como la Ian Gillan Band...

Puedo estar de acuerdo en que el volumen de la voz de Ian estaba demasiado alto en la mezcla final. Espero que con ‘Rapture Of The Deep’ eso no vuelva a suceder. Tengo que decirte que la última mezcla que escuché de ‘Bananas’ era diferente de la que finalmente se usó, pienso que era mucho más apropiada. Estoy de acuerdo en que la voz de Ian no debió acabar en un plano tan destacado, yo soy uno de los que siempre lo dijo... No que seamos la Ian Gillan Band (risas), sino que el sonido final de ‘Bananas’ debió ser diferente. Pienso que Michael Bradford optó por un sonido global dirigido a poder sonar en la radio, pero en esta nueva ocasión le dijimos: “Michael, las cosas han cambiado en los últimos años, el negocio musical es diferente. Muchas bandas con sonido underground han conseguido alcanzar el éxito sin comprometer su sonido”. Tenemos claro que ya nunca vamos a ser los favoritos de las grandes emisoras y que la MTV no nos va a convertir en la nueva sensación dirigida a las chicas jóvenes. Cuando mezclas para un grupo, y todos quieren que su pista suene con más volumen, entonces has conseguido una mezcla perfecta (risas).

Eso no sucedió con ‘Bananas’...

No (risas).

Después de los dos volúmenes de ‘Major Impacts’ y ‘Split Decision’, ¿cuál es el siguiente paso de tu carrera en solitario?

En unas pocas semanas voy a hacer un show esporádico en Noruega, en el “Hell Blues Festival”, y estamos planeando grabar un nuevo disco con el trío (ndr: junto a Dave La Rue al bajo y Van Romaine a la batería, habituales acompañantes de Morse). También voy a trabajar en un disco no demasiado habitual, un proyecto acústico con una cantante increíble, una mezcla entre Sara McLaughlin y Alanis Morisette, tiene la voz más hermosa que jamás haya escuchado. Yo vivo en Florida y ella también, así que hemos podido trabajar juntos en casa, ya tenemos material grabado casi para un álbum completo. No estoy del todo seguro de cómo enfocar la edición de este disco porque básicamente es diferente. Sé que la gente espera de mí música instrumental intensa, así que deberé tener mucho cuidado para que la gente no se confunda al escuchar estas nuevas canciones, no quiero que la gente compre algo de lo que no van a disfrutar. Para estos casos, las tiendas on line que te permiten escuchar fragmentos de canciones antes de comprarlas son perfectas, pienso que es fantástico. Esta es la parte buena de Internet, todos conocemos su parte negativa (risas).


Hace poco hablé con Jimmy Barnes y me aseguró que en un futuro cercano vais a grabar un nuevo disco de Living Loud, en esta ocasión con material completamente original.

Sí, es cierto, esto es algo que va a suceder muy pronto.

¿Y qué me dices de la gira europea que se anunció y que tenía que llevarse a cabo este otoño?

Olvídalo. No va a ser posible porque con Deep Purple casi no hemos parado, y ahora con el nuevo disco en la calle no dispondremos de demasiado tiempo libre. Ya sabes que en Living Loud también toca Don Airey, así que un tour completo del grupo quizás supondría un conflicto con los intereses de Purple. Lee Kerslake, el batería, también está trabajando mucho con Uriah Heep, y Jimmy Barnes está casi siempre de gira él solo. Es muy difícil que todos nos podamos reunir para hacer un gira, aunque en unas pocas semanas sí nos encontraremos para comenzar a trabajar en el segundo disco.

Y aquí lo dejamos. De aquí a 7 días más.

(Podéis leer la entrevista completa traducida al catalán en www.metaltransfer.es.vg)

(texto y fotos: Xavier Rulló)
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